Este proyecto surge de la nostalgia más profunda y de la necesidad intrínseca de hablar del adiós desde la perspectiva de dos personajes que se aman, pero nunca por encima de los sueños del otro. Se trata de un pequeño corto que rodé en un día junto a algunos compañeros y compañeras de clase de ESCAC, en un impulso de querer crear y contar esta historia sin límites, y disfrutando de dos horas previas de dirección de actores en los que tuve la oportunidad de poner en práctica mis conocimientos y divertirme jugando con los dos intérpretes.

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Mi intención fue darle la máxima importancia a la historia y a las emociones que ambos personajes debían transmitir, de manera que lo que viésemos en pantalla finalmente fuesen dos seres humanos en su más pura esencia y una historia con la que conectar y sentir.

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Además, esta fue mi primera vez con actores semi-profesionales y con un equipo técnico muy motivado por la historia y con ideas muy interesantes que dotaron al cortometraje de una estética y una identidad propia y única. Si algo he aprendido en ESCAC es que el trabajo en equipo y la buena comunicación llevan al proyecto a su máximo esplendor, y poder haber tenido la oportunidad de rodar este cortometraje junto a mis amigos y compañeros fue la mejor forma de entenderlo.